LAS SETAS DEL PINSAPAR I
Quizás la formación
vegetal más particular de cuantas pueden encontrarse en la Serranía de Ronda
sea el pinsapar. Estos bosques de abetos, testigos de otro clima más frío y
húmedo, confieren a esta comarca andaluza un aspecto norteño que sorprende al
visitante que recorre por primera vez estas sierras.
El pinsapo (Abies
pinsapo), conífera endémica de la Serranía Rondeña, crece por lo general en
zonas altas situadas por encima de los 1.000 m -aunque en zonas como Bornoque o
Moratán bajan hasta cotas inferiores a los 600 m, mezclándose con alcornoques-
formando masas puras o mezclándose con otras especies arbóreas como pinos (Pinus
halepensis, P. pinaster),
encinas (Quercus rutundifolia), quejigos (Quercus faginea),
quejigos de alta montaña (Quercus alpestris) o alcornoques (Quercus
suber).
Pinsapar de Grazalema
Las masas puras suelen ser
umbrías y con escasa vegetación en su interior; eso sí abunda la materia
orgánica en descomposición (troncos, ramas, hojas, restos de piñas). Todo ello
hace la comunidad de setas propias de estos ambientes sea muy particular,
abundando sobre todo las especies saprófitas, entre las que los ascomicetos
ocupan un lugar privilegiado.
Por otro lado la peculiaridad
de esta especie, perteneciente al género Abies, hace que muchas setas que viven
asociadas a los abetos se localicen en estas montañas sureñas. Esto motiva que
muchos hongos presenten en la Península Ibérica una distribución muy
particular, restringiéndose a los abetales pirenaicos y a los pinsapares
rondeños.
Es por tanto al intención
de ésta y sucesivas entradas dar a conocer la rica diversidad micológica de
estos bosques exclusivos del sur peninsular.
Durante la primavera son
frecuentes las colmenillas o cagarrias, como son llamadas en la Serranía de
Ronda, siendo la especie más abundante Morchella
elatoides Jacq. Dentro del complejo mundo taxonómico en el que se encuentra
inmerso este género de ascomicetos, este taxón es uno de los más fácilmente
identificables por sus costillas hendidas en estadios juveniles y su pie de
base ensanchada. Es una seta comestible, muy apreciada en los pueblos de la
Serranía, siempre que se someta a una cocción previa y se elimine el agua de
cocción, ya que contiene toxinas termovolátiles.
Cagarria (Morchella elatoides)
Otro ascomiceto primaveral
que podemos encontrar en los pinsapares es Caloscypha fulgens (Pers.) Boud,
fácilmente identificable por sus bellos ascomas cupuliformes de color anaranjado y que van tomando tonos
verdoe-azulados con la edad además, de vivir asociado a abetales maduros, Caloscypha fulgens (Pers.) Boud.
Como
dato curioso, en la Península Ibérica sólo es posible encontrarla en los
abetales pirenaicos y en los pinsapares de la Serranía de Ronda.
Por su escasez aparece en la Lista Roja
de Hongos Amenazados de la Península Ibérica y se ha incluido en el borrador de
las Lista Roja de Hongos de Aragón. Carece de interés gastronómico.
Caloscypha
fulgens
Si quieres conocer las
setas que crecen en los pinsapares desde Micogest organizamos salidas
micológicas para dar a conocer su enorme diversidad, en especial durante la
primavera, época del año en la que si las lluvias acompañan, el pinsapar de
llena de setas de múltiples formas y colores. Más información en
info@micogest.com.
Para saber más:
BECERRA PARRA, M. y E.
ROBLES DOMÍNGUEZ (2009). La setas del
Parque Natural Sierra de las Nieve. Editorial La Serranía.
BECERRA PARRA, M. y E.
ROBLES DOMÍNGUEZ (2012). Aportaciones al catálogo micológico del Parque Natural
Sierra de las Nieves (Serranía de Ronda, Málaga). Lactarius 21:35-39.